LOCALIZACIÓN DE LA IDEA PRINCIPAL
Cuanto acabamos de exponer es de suma importancia para que el
lector sepa qué actitud mental debe adoptar cuando empieza la lectura
de cualquier párrafo. Esta actitud mental es la que le permitirá sintonizar
rápidamente con el movimiento del pensamiento dentro del mismo párrafo, y la
que le hará capaz de descubrir con seguridad el momento en que el pensamiento
llega a su punto culminante, es decir: la
frase central.
No obstante en orden a localizar con más facilidad la frase principal podemos
señalar otra técnica suplementaria que puede ser de gran utilidad.
Hemos partido del supuesto de que cada párrafo contiene una idea principal, y
solamente una. Esto es lo normal, aunque, como ya hemos observado, puede
haber excepciones.
Lo primero que debemos hacer, en consecuencia, es observar cuál es la palabra
que más se repite y que domina
todo el párrafo. Esta palabra representará un objeto, una persona, una
cualidad, algo, en fin, en torno a lo cual gira toda la exposición.
No es preciso que sea la misma palabra la que se repita. A veces veremos que el
autor emplea sinónimos, o que
en algunas frases emplea un pronombre. Lo importante es darse cuenta
de que en todos estos casos se está refiriendo siempre a la misma idea, al
mismo objeto.
Una vez que hemos localizado e identificado esta palabra, estamos ya en
condiciones de poder encontrar la frase central del párrafo. En general todas las frases tendrán alguna
relación con la palabra clave, pues todo el párrafo gira alrededor de la
misma. Pero la cualidad básica de la frase principal es siempre su carácter
global o de inclusividad. En cierto modo la encierra en sí todo lo que se expone
en las demás frases.
La frase principal será, pues, aquella donde es establece la afirmación más
amplia, más general, y que
puede considerarse como el resumen de todas las demás.
COMPROBACIÓN DE LA FRASE PRINCIPAL
Para asegurarse de que la elección ha sido correcta hay dos
medios que pueden ayudarle.
En primer lugar si usted suprime la frase principal notará que el párrafo queda como
truncado o incompleto. No aparece claro el significado del párrafo como
conjunto. Mientras que si suprime una frase secundaria apenas si varía el
sentido general el párrafo.
El otro medio de comprobación consiste en ir
leyendo una por una las restantes frases del párrafo, y antes o después de
cada una, repetir de nuevo la frase principal.
Si la elección fue realmente acertada veremos cómo cada una de las frases se relaciona de un modo natural con
la frase central formando
ambas un todo bien lógico y coherente.